Lugares comunes

Nat siempre pregunta cosas cuando me vé pensativa, mirando la nada. Si mañana cantaras para un millón de personas ¿qué ropa te pondrías? Si tuvieses una banda ¿cómo se llamaría? ¿Qué esperás del 2008? Esas cosas.

La verdad es que no sé qué espero del 2008. Estoy terminando el 2007 muy (pero MUY) rara. No mal, eh, rara. Un poco enojada, un poco contenta, un poco caliente, un poco sorprendida y un poco triste.
Enojada con Mr Blonde, por sugerirme que metamos nuestro amor y cariño en un paquetito para sacarlo cuando más lo necesitemos, para recordar que alguien nos es incondicional. Incondicionalidad las pelotas, paquetito de cariño las pelotas. En esos términos, no necesito ni cariño, ni incondicionalidad ni que me comente en el otro blog que todos quieren ser como él. No necesito que me escondan en un paquetito para sacarme en situaciones de emergencia, eso es lo más alejado de la incondicionalidad que se me ocurre.
Contenta porque si hago un balance, este año no fue malo, nada malo. Pude sostener un trabajo y una terapia sin escaparme a la primera de cambio, me mudé con amigas, me enamoré mucho, me reí mucho, cogí mucho y mis ataques de tristeza mermaron con respecto a otros años.
Caliente porque estuve todo el fin de semana a puro mensaje de texto con LlaveInglesa. Es increíble la capacidad de este hombre para hacerme subir la temperatura con tres o cuatro palabras y hacer que responda de la misma manera, subiendo la apuesta cada vez más, sabiendo que cuando nos veamos, agarrate Catalina. No veo la hora de volver a casa.
Sorprendida de encontrarme relativamente estable. Es raro estar más o menos convencida de ciertas cosas, tener una rutina, encontrar calma en la cotidianeidad.
Y triste porque me acuerdo que el fin de año del año pasado estaba en Córdoba, tomando cerveza, completamente lela por culpa de Tomás, planeando vacaciones con Laurita y este año no, estoy en el trabajo, comiendo galletas de manteca que son una bomba, sin novio, sin planes de vacaciones y un poco ansiosa por saber qué va a pasar.
Al final terminé haciendo balance, imposible no caer en el clisé.
Feliz Año Nuevo para todos.
Muchos besos.

Queja (I)

No sólo me cambiaron el horario de trabajo (desde el lunes entro y salgo una hora más tarde) sino que recién me entero de que el 31 voy a tener que hacer horario normal. O sea, voy a tener que teletransportarme desde Vicente López hasta Ingeniero Maschwitz, porque dudo que a las 10 de la noche pueda conseguir algún 60 semirápido.
Me cago en gringolandia, en esta multinacional, en Cristina que me hace adelantar el reloj y en los remiseros que me dijeron que no, que a las 10 de la noche no agarran un viaje ni en pedo.
Sí, hay un lado positivo (que voy a festejar con amigos, con una pileta al lado, asadito, relax absoluto, blah) pero hoy estoy en uno de esos días "mitad vacía del vaso".

How you doin'?

Hay como un ataque de preguntarme "¿¿¿cómo estás???". Dramáticamente, con cara de preocupación.
Ante mi discreto, reservado y conciso "bien" contestan un "¿en serio?".
Sí, en serio, creo.

Ay, estoy re contenta. Al final recibí un montóooon de mails pidiendo esta nueva URL, no pensé que había tanto lector asiduo y anónimo por ahí (lectoras también, por supuesto).
Claro que ya sé cómo es esto, después no comenta nadie nunca nada.

As good as it gets

- Es que lo que yo quiero es estar con alguien que no me haga sentir que me va a abandonar de un momento para el otro.
- Entonces, Cel, te vas a quedar sola.

Según Nat, siempre (SIEMPRE) existe esa sensación que te hace pensar que el otro te puede dejar en cualquier momento. Pero claro, también reconoce que puede estar generalizando a partir de lo que nos pasa a nosotras dos, las Luna en Acuario.
Elijo creer que no es así, que existe la posibilidad de sentirme segura en una relación. Aunque si me pongo a pensar, la única vez que me pasó, a los 6 meses de sentirme segura, cómoda y protegida, me vinieron con un "ya no te quiero más, de hecho, no estoy seguro de haberte querido alguna vez".
No sé con qué me quedo.

The sooner, the better

Abro hoy mi casilla y veo un mail de LlaveInglesa, parece que lo escribió la madrugada del sábado, andá a saber a qué hora. Empezaba con "...pero desde tu último sueño se me activó nuevamente una idea que tego con vos y que nunca la cumplimos" y terminaba en: "pero si querés, avisame y te llevo el paquetito antes de navidad".
Por el paquetito, entiéndase... bueno, el paquetito.
Y yo soy una imbécil. El viernes, LlaveInglesa era el chico que me gustaba, ese hombre desprotegido, talentoso, brillante, excitante, un príncipe azul a mi medida. Hoy sólo puedo pensar en que es "el portador del paquetito".