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viernes, 28 de marzo de 2008

Mecánica ondulatoria x 600!!!

Yo había visto What the bleep do we know? y, obvio, estaba segura de que la mecánica cuántica era mucho más efectiva que el psicoanálisis. Más o menos un año más tarde de ver la película, empecé a salir con un estudiante de física, Tomás, y después del primer desayuno juntos, le pedí que me explicara de qué se trataba eso de la física cuántica. Me miró con cara de lástima y sólo dijo "las cosas pueden ser ondas o partículas, o sea, se pueden comportar como una cosa o la otra. O sea, en realidad no son ni ondas ni partículas. Son las dos cosas al mismo tiempo. O ninguna". Con esta explicación se me fueron todas las ganas de seguir preguntando, claro está.
Ahora, mucho tiempo después, empecé mi mini curso de física cuántica en el cc Pachamama, con un pibe muy copado que habla de ondículas, se expresa clarito, sin demasiados tecnicismos y tiene, se le nota, muchas ganas de difundir todo este conocimiento, pero despojado de misticismo.
Con Nat no podemos parar de pensar en términos de discreción, frecuencias y energía aplicada. Al mismo tiempo, no entendemos un cuerno de nada.

En otro orden de cosas, fui a la casa de mi abuela y encontré un libro que vengo buscando desde hace meses. El Maestro y Margarita, de Mijail Bulgákov. Parece que re cuesta conseguirlo, y hasta llegué a pedirle a Flor que me lo traiga de su viaje por Europa. Es de esos libros maravillosos, que te enamoran, que te envuelven durante un par de días en su atmósfera y no te querés despegar. Esos libros que vas leyendo de a poquito, porque sabés que si te lo terminás rápido, lo vas a extrañar.
Entonces, mientras abrazaba a mi abuela y la hacía bailar por la felicidad de haber encontrado el libro, me acordé de Dedé y su "hay que enamorarse, pero no de un hombre". También me acordé de Pedro Lemebel y "Tengo miedo torero"; de Bohumil Hrabal y "Yo que he servido al rey de Inglaterra; de Alessandro Baricco y "Océano Mar"; de J.D Salinger y "The catcher in the rye"; de Paul Auster y "El Palacio de la Luna".
Capaz sí me puedo enamorar.

2 comentarios:

yo dijo...

pensá que las partículas u ondas no tienen demasiado que ver con la "realidad física" en sí. es sólo interepretación humana. cuestión de etiquetas, bah.

Cel dijo...

yo: y sí, se trata de eso. pero bueno, a veces me gusta entender el proceso de etiquetado.