Me llegó un mail de Haloscan, el servicio de comentarios que tenía cuando empecé con esto de los blogs. Entonces, me acordé de que tenía una cuenta en Haloscan con tooooodos los comentarios de los posts que tenía ese primer blog mío, Rayando la papa, que borré en un rapto de histeria. Obvio, me puse a leer. 78 páginas de comentarios haciendo referencia a cosas que debo haber escrito pero que practicamente no recuerdo, especialmente las primeras. La mayoría de los posts eran sobre Mr Blonde, que tenía sus adeptos y sus enemigos.
Que discutíamos porque él no sabía lo que era una espumadera, que yo le decía que tenía una mente perversa por alquilarse un departamento poco luminoso, que acordábamos no tener más sexo, blah y blah y blah. Y la gente comentaba "ay, ahí hay amor" "dejalo ya" "se van a casa" "ese pibe no te quiere" "no entiendo nada de tu relación".
Para qué mentir, después de cientos de comentarios, me puse nostálgica, pero un poco nada más. Por suerte, después me acordé de que ya no estoy más enamorada y se me pasó.
Ah, y había un montóoooon de comentarios de tacho, mis más antiguo y fiel lector, los mejores, por lejos. Qué voy a hacer ahora que se me va dos semanas de vacaciones?
Take a good look, take a photo. Write about it in your tiny notebook.
jueves, 31 de enero de 2008
miércoles, 30 de enero de 2008
Home Alone
Los próximos días voy a estar sola en casa. Sola sola sola. Flor en Israel, Nat en lo de sus padres, Elvira, no sé dónde pero tampoco me importa. Mi hermana en Córdoba. Cuatro amigas en Misiones y el resto de los amigos también de vacaciones. Sola en la ciudad. No es un buen momento para quedarme sola.
Ahora, aconséjenme. ¿qué hacer para evadir la potencial angustia?
Sí, calculo que iré al cine y tengo varias pelis para ver en casa. Tengo que hacer limpieza general e ir a visitar un rato a mis abuelos; pero igual ¿qué hago desde la noche del viernes hasta el lunes a la mañana?
Ahora, aconséjenme. ¿qué hacer para evadir la potencial angustia?
Sí, calculo que iré al cine y tengo varias pelis para ver en casa. Tengo que hacer limpieza general e ir a visitar un rato a mis abuelos; pero igual ¿qué hago desde la noche del viernes hasta el lunes a la mañana?
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¿Qué se puede hacer salvo ver películas?,
Flor,
Nat
1x1
Ayer estaba triste triste triste, con ganas de tomarme algo y dormir quince horas de un tirón. Pero resulta que era la cena de despedida de Stefan y no podía faltar. Stefan es el alemán que vivió los últimos tres meses con Dedé y Sol y es lo más, no puede más de copado. Ya para el postre casi me había olvidado de la angustia. Para la hora del porro, ni hablar. Y hasta podría decir que para cuando Stefan trataba de embocarme uvas en el escote (y no, no hay connotación sexual en la acción) y cantábamos clásicos de carnaval carioca con Dedé, estaba bastante contenta. Después, como a las tres de la mañana, llegó el momento de volverme a casa. El alemán me abrazó fuerte fuerte y me dijo que me quería mucho, así que lo abracé más fuerte todavía y se me cayeron unas lagrimas que nadie notó.
Eso necesitaba, que alguien me abrazara fuerte, que me dijeran "te quiero mucho". Soy más fácil que la tabla del uno.
Eso necesitaba, que alguien me abrazara fuerte, que me dijeran "te quiero mucho". Soy más fácil que la tabla del uno.
martes, 29 de enero de 2008
Tumbleweed
Hoy Vicky me contaba que se vio como 15 capítulos de Dr. House el último fin de semana. Ultimamente, cualquiera dice "Dr. House" y seguro salta una mujer diciendo que le cabe Dr. House, y no se refieren a la serie sino a Gregory House; yo no estoy fuera de ese grupo. Tan cínico e inteligente y agudo y esos ojos azules en los que una se podría perder por horas. Como yo vi todos capítulos desparramados no tengo mucha idea de la línea de la historia, entonces me contó que la chica esa, Cameron, se enamora de House. Obvio, quién no se enamoraría de House? Bueno, no sé, pero es seguro que yo sí.
Si hay un damaged good, ahí voy al rescate, a tratar de arreglarlo. Claro que nunca arreglo nada, sólo me rompo yo un poco más. Me encantaría saber qué cuestión se activa y me hace creer que yo soy capaz de solucionarle los dramas a todos los tipos que me gustan. Una oreja la pueden prestar todos, un hombro lo mismo, quién no se ha quedado chateando durante un par de horas cuando alguien que le interesa descarga sus problemas. Pero acá hay algo más, más al fondo, más hacia lo oscuro. La convicción de que si no hago mérito, el otro no me va a registrar, que no me merezco que me registren sin ese mérito previo. Entonces dicen, Celeste qué buena, qué comprensiva, qué buena amiga, cómo te la bancas. Y yo pienso, qué tonta, qué tibia.
Hace un rato, uno de los del elenco estable (y ya me inquieta que en la película de mi vida no aparezcan estrellas invitadas) me dijo que se quería matar, que ya no podía soportar más tanto dolor y todas esas cosas que uno dice cuando está muy muy mal. Y sí, al principio atiné a tirar la mano para que la agarrara, a engolosinarle los oídos para que se quedara más tranquilo, a ofrecerle mi ayuda incondicional. Y me sentiría muy bien si dijera que al rato puse distancia porque me di cuenta de que ya no puedo seguir haciendo lo mismo una y otra vez, que hay situaciones en las que puedo ayudar y otras en las que simplemente no debo involucrarme. Pero no, puse distancia porque ya ni siquiera tengo esperanzas de que al otro le pueda ayudar en algo.
Me muero de miedo y de angustia. Porque hace meses que estoy mal y el panorama no mejora, todo lo contrario. Porque cada día voy perdiendo un poquito más la fe. Porque no puedo creer lo sola que estoy.
Y pienso y me digo, qué tibia. Qué tonta.
Si hay un damaged good, ahí voy al rescate, a tratar de arreglarlo. Claro que nunca arreglo nada, sólo me rompo yo un poco más. Me encantaría saber qué cuestión se activa y me hace creer que yo soy capaz de solucionarle los dramas a todos los tipos que me gustan. Una oreja la pueden prestar todos, un hombro lo mismo, quién no se ha quedado chateando durante un par de horas cuando alguien que le interesa descarga sus problemas. Pero acá hay algo más, más al fondo, más hacia lo oscuro. La convicción de que si no hago mérito, el otro no me va a registrar, que no me merezco que me registren sin ese mérito previo. Entonces dicen, Celeste qué buena, qué comprensiva, qué buena amiga, cómo te la bancas. Y yo pienso, qué tonta, qué tibia.
Hace un rato, uno de los del elenco estable (y ya me inquieta que en la película de mi vida no aparezcan estrellas invitadas) me dijo que se quería matar, que ya no podía soportar más tanto dolor y todas esas cosas que uno dice cuando está muy muy mal. Y sí, al principio atiné a tirar la mano para que la agarrara, a engolosinarle los oídos para que se quedara más tranquilo, a ofrecerle mi ayuda incondicional. Y me sentiría muy bien si dijera que al rato puse distancia porque me di cuenta de que ya no puedo seguir haciendo lo mismo una y otra vez, que hay situaciones en las que puedo ayudar y otras en las que simplemente no debo involucrarme. Pero no, puse distancia porque ya ni siquiera tengo esperanzas de que al otro le pueda ayudar en algo.
Me muero de miedo y de angustia. Porque hace meses que estoy mal y el panorama no mejora, todo lo contrario. Porque cada día voy perdiendo un poquito más la fe. Porque no puedo creer lo sola que estoy.
Y pienso y me digo, qué tibia. Qué tonta.
lunes, 28 de enero de 2008
Barnes & Noble
Ayer, mientras revolvía libros en Parque Rivadavia con Nat me acordé de algo que solía hacer.
Cuando empezaba a salir con un chico, a la segunda o tercera cita, si pasabamos por una librería, le pedía de entrar y le preguntaba qué libro me regalaría. No quedaba como un pedido encubierto porque en esa época no aceptaba que me pagaran ni un café, simplemente quería saber qué se imaginaban de mí.
Tomás entendió de una, me prestó The bell jar de Sylvia Plath y me leía párrafos de La mujer rota de Simone de Beauvoir. Yo le presté Cómo ser buenos, de Nick Hornby y todavía debe seguir en su biblioteca, nunca me lo devolvió.
Un psycho con el que salí cinco meses estaba seguro de que yo leía Stephen King y Wilbur Smith. Qué puedo decir, el sexo era bastante bueno y siempre tenía porro en un cajón.
Otro, el veterano con descendencia y casa en Olivos, me presentó a Bukowski y a Kerouac. También tenía porro siempre y hablaba sin parar. Nunca supe por qué no duró, una pena.
Del resto no me acuerdo, capaz ni hablamos de libros.
Ayer, mientras revolvía libros en Parque Rivadavia con Nat, un chico le compró La conjura de los necios a su novia. Me dio mucha envidia.
Cuando empezaba a salir con un chico, a la segunda o tercera cita, si pasabamos por una librería, le pedía de entrar y le preguntaba qué libro me regalaría. No quedaba como un pedido encubierto porque en esa época no aceptaba que me pagaran ni un café, simplemente quería saber qué se imaginaban de mí.
Tomás entendió de una, me prestó The bell jar de Sylvia Plath y me leía párrafos de La mujer rota de Simone de Beauvoir. Yo le presté Cómo ser buenos, de Nick Hornby y todavía debe seguir en su biblioteca, nunca me lo devolvió.
Un psycho con el que salí cinco meses estaba seguro de que yo leía Stephen King y Wilbur Smith. Qué puedo decir, el sexo era bastante bueno y siempre tenía porro en un cajón.
Otro, el veterano con descendencia y casa en Olivos, me presentó a Bukowski y a Kerouac. También tenía porro siempre y hablaba sin parar. Nunca supe por qué no duró, una pena.
Del resto no me acuerdo, capaz ni hablamos de libros.
Ayer, mientras revolvía libros en Parque Rivadavia con Nat, un chico le compró La conjura de los necios a su novia. Me dio mucha envidia.
Yo pensaba que tener 25 iba a ser como un capítulo de Friends
Y mientras trataba de dormir, empecé a escuchar a Flor gritando.
Lo que me faltaba, escuchar garchar a la gente cuando yo vengo con casi tres semanas de nada. Cerré la puerta, la ventana y me clavé los auriculares con The Shins bien despacito.
Las cosas no están bien. No me había dado cuenta, hasta que noté que el pico de mi fin de semana fue ponerme contenta porque un conocido me consigue El Maestro y Margarita de Bulgakov, que se dejó de editar hace un tiempo.
Lo que me faltaba, escuchar garchar a la gente cuando yo vengo con casi tres semanas de nada. Cerré la puerta, la ventana y me clavé los auriculares con The Shins bien despacito.
Las cosas no están bien. No me había dado cuenta, hasta que noté que el pico de mi fin de semana fue ponerme contenta porque un conocido me consigue El Maestro y Margarita de Bulgakov, que se dejó de editar hace un tiempo.
jueves, 24 de enero de 2008
Pequeña Larousse Ilustrada
Flor se va el miércoles de viaje. Dos meses se va. Israel, Turquía, Egipto, Austria, Italia, España, Marruecos y de vuelta Israel.
Nos deja a Nat y a mí su televisión y reproductor de dvd para que le usemos el cuarto como sala de proyecciones y deja a Elvira en lo de sus padres para evitar que la pobre perra muera de tristeza, cosa que probablemente sucedería si quedara bajo mi cuidado, me asombra la poca pelota que le doy a ese animal.
Flor no sabe ni una palabra de inglés, ni de cualquier otro idioma que no sea español. Al principio se imaginó en países extraños tratando de comunicarse sólo con señas y trató de convencerme para que le diera unas clases, pero desistió al darse cuenta de que mi paciencia es así de chiquita, o sea, practicamente nula. Finalmente, negociamos. Yo le voy a traducir su historia clínica y todos contentos.
Pero además de eso, con mis amigas pensamos en armarle un pequeño diccionario con frases de lo más útiles. Hasta ahora tenemos estas:
-Cuánto cuesta ese consolador extra large?
-Yo sólo drogas duras
-No soy ilegal y por favor, lindo, no cometas el atrevimiento de pedirme el pasaporte
-No tengo absolutamente nada que ver con los maravillosos muchachos de Al Kaeda, y soy tan seria como una tumba, pueden hacerme una prueba, van a ver, no me río de nada...
-Cosquillas nooooooooooo
-Las mías son recetadas!!!
-Buenas tardes, señor, puedo dar un paseo en su órgano sexual?
-Denme todo el maní con chocolate y los caramelos. Esto es un asalto!
-No señor policía, usted inerpreta mal, yo le quise decir que se vaya a la re-concha de su madre!
-No me deporten!!! no me deporten!!! sé bailar y cantar y golpearme el pecho con ritmo mientras canto música uruguaya. Mírenme...
-Uruguay es un país de sudamérica
-No, en sudamérica no nos están comiendo los piojos. De hecho los piojos han crecido tanto que ya los tenemos de mascotas. Y son más baratos que los perros!
-Sí, sí, cuando yo vivía en Usuhaia (la ciudad más autral de todo el mundo) me tiraba al agua de cabeza (el agua más fría de todo el mundo) y cazaba peces con la boca!!! Sí, los lobos marinos me enseñaron!!! como a Rómulo y Remo!!
-Claro que somos las mujeres más hermosas del mundo, pruébenme!
-Nunca dudes de una mujer.
-Relajate y gozá.
-Es la Era de Acuario.
Así que ahora, mis querido/as, acepto sugerencias. No, mejor dicho, les pido sugerencias.
Nos deja a Nat y a mí su televisión y reproductor de dvd para que le usemos el cuarto como sala de proyecciones y deja a Elvira en lo de sus padres para evitar que la pobre perra muera de tristeza, cosa que probablemente sucedería si quedara bajo mi cuidado, me asombra la poca pelota que le doy a ese animal.
Flor no sabe ni una palabra de inglés, ni de cualquier otro idioma que no sea español. Al principio se imaginó en países extraños tratando de comunicarse sólo con señas y trató de convencerme para que le diera unas clases, pero desistió al darse cuenta de que mi paciencia es así de chiquita, o sea, practicamente nula. Finalmente, negociamos. Yo le voy a traducir su historia clínica y todos contentos.
Pero además de eso, con mis amigas pensamos en armarle un pequeño diccionario con frases de lo más útiles. Hasta ahora tenemos estas:
-Cuánto cuesta ese consolador extra large?
-Yo sólo drogas duras
-No soy ilegal y por favor, lindo, no cometas el atrevimiento de pedirme el pasaporte
-No tengo absolutamente nada que ver con los maravillosos muchachos de Al Kaeda, y soy tan seria como una tumba, pueden hacerme una prueba, van a ver, no me río de nada...
-Cosquillas nooooooooooo
-Las mías son recetadas!!!
-Buenas tardes, señor, puedo dar un paseo en su órgano sexual?
-Denme todo el maní con chocolate y los caramelos. Esto es un asalto!
-No señor policía, usted inerpreta mal, yo le quise decir que se vaya a la re-concha de su madre!
-No me deporten!!! no me deporten!!! sé bailar y cantar y golpearme el pecho con ritmo mientras canto música uruguaya. Mírenme...
-Uruguay es un país de sudamérica
-No, en sudamérica no nos están comiendo los piojos. De hecho los piojos han crecido tanto que ya los tenemos de mascotas. Y son más baratos que los perros!
-Sí, sí, cuando yo vivía en Usuhaia (la ciudad más autral de todo el mundo) me tiraba al agua de cabeza (el agua más fría de todo el mundo) y cazaba peces con la boca!!! Sí, los lobos marinos me enseñaron!!! como a Rómulo y Remo!!
-Claro que somos las mujeres más hermosas del mundo, pruébenme!
-Nunca dudes de una mujer.
-Relajate y gozá.
-Es la Era de Acuario.
Así que ahora, mis querido/as, acepto sugerencias. No, mejor dicho, les pido sugerencias.
miércoles, 23 de enero de 2008
Mil millas
Mi mamá se está yendo a Córdoba, se va con un amigo y mi hermana en auto. Parece que el viaje se le está haciendo aburrido porque me manda mensajes de texto pidiendo que la llame. Entonces, accedo, la llamo. El clima, que visite a mis abuelos, que devuelva un ventilador que vino sin una parte, que no coma tanta carne, que no le grite a Elvira, que no le grite a nadie, que me vuelva a teñir porque se me está lavando el color. Siempre es así, salta de un tema a otro, como si nada, a veces sin anestecia. Después de contarme cuántas vacas vé en ese momento en esa ruta me manda el dardo: "¿Y Mr. Blonde?".
Me arborizo un poco. Cabe aclarar que mi madre no dijo literalmente "Mr. Blonde". Deborah es la única que lo llama así. Mr. Blonde tiene un nombre común y corriente, bien de chabón de 28 años, uno de esos nombres que se ponen de moda por tandas, como Diego, como Matías, uno de esos. Y es como le explicaba a él mismo hace unos días, Mr. Blonde es como una licencia poética, o un personaje, no es real, es lo que elijo filtrar y volcar acá de todo lo que percibo de él. También cabe aclarar, entonces, que me cae muchísimo mejor el muchacho de 28 años con nombre normal como Diego o Matías que el personaje que armé.
Vuelvo. Mi mamá me tira la bomba. ¿Y Mr. Blonde? Cómo explicarle que ayer a la noche soñé con él, que estaba con una chica muy linda y de pelo largo, de la mano, que me desperté al borde del llanto y que todavía no me puedo sacar del todo esa angustia irracional. No sé si hubiera sido acertado tratar de que entienda que me siento en un limbo-gataflórico-emocional, que cuando lo veo me siento distendida pero que cuando no está me pongo ansiosa y lo extraño, mucho. Para no extender la charla, le cuento que se fue de viaje por un par de meses y cambio de tema.
Corté hace 20 minutos y me arrepiento de no haberme explayado un poco más. A veces mi mamá no es tan absurda en sus opiniones.
Volví a llamar pero parece que ya está más allá del área de cobertura.
Me arborizo un poco. Cabe aclarar que mi madre no dijo literalmente "Mr. Blonde". Deborah es la única que lo llama así. Mr. Blonde tiene un nombre común y corriente, bien de chabón de 28 años, uno de esos nombres que se ponen de moda por tandas, como Diego, como Matías, uno de esos. Y es como le explicaba a él mismo hace unos días, Mr. Blonde es como una licencia poética, o un personaje, no es real, es lo que elijo filtrar y volcar acá de todo lo que percibo de él. También cabe aclarar, entonces, que me cae muchísimo mejor el muchacho de 28 años con nombre normal como Diego o Matías que el personaje que armé.
Vuelvo. Mi mamá me tira la bomba. ¿Y Mr. Blonde? Cómo explicarle que ayer a la noche soñé con él, que estaba con una chica muy linda y de pelo largo, de la mano, que me desperté al borde del llanto y que todavía no me puedo sacar del todo esa angustia irracional. No sé si hubiera sido acertado tratar de que entienda que me siento en un limbo-gataflórico-emocional, que cuando lo veo me siento distendida pero que cuando no está me pongo ansiosa y lo extraño, mucho. Para no extender la charla, le cuento que se fue de viaje por un par de meses y cambio de tema.
Corté hace 20 minutos y me arrepiento de no haberme explayado un poco más. A veces mi mamá no es tan absurda en sus opiniones.
Volví a llamar pero parece que ya está más allá del área de cobertura.
lunes, 21 de enero de 2008
TOW the spinster
El viernes a la noche, 12 capitulos de Friends con un par de chocolates.
El sábado, más Friends al mediodía, clase de canto a la tarde y temporada 5 de Sex & the city con Dedé y Sol a la noche. No pararon de hablar de sexo. Y sí, yo metía mis bocadillos, pero si las escuchaba atentamente me iban a dar ganas de pegarme un tiro. Presiento la sequía, la veo venir, está en el aire. Y claro que una semana no es nada, no soy tan necia. Pero ya van 9 días, a esto es a lo que me refiero, cuando menos lo espere, pumba, un mes. El fin de semana que viene vamos con Nat de sex-shopping, tal vez encuentre alguna compañía para Atilio.
El domingo, cumpleaños de mi mamá , todavía más capítulos de Friends, y los seis primeros de Sex & the city, esos en los que Big está joven y Carrie no parece tan subnormal. Un cuarto de helado y una cuchara grandota. Antes de dormir, abrí mi cuadernito de anotar cosas antes de dormir y la última frase escrita era de hace un par de semanas: "Ojalá que se le caiga la pija, indefinidamente, hasta que se ponga de acuerdo con su deseo de perversito-polimorfo-busca-tetas-grandes-turgentes-maternales". Cerré el cuaderno sin escribir nada, le puse la tapa a la birome y apagué el velador.
Hay ciertas cosas que prefiero patear para más adelante.
El sábado, más Friends al mediodía, clase de canto a la tarde y temporada 5 de Sex & the city con Dedé y Sol a la noche. No pararon de hablar de sexo. Y sí, yo metía mis bocadillos, pero si las escuchaba atentamente me iban a dar ganas de pegarme un tiro. Presiento la sequía, la veo venir, está en el aire. Y claro que una semana no es nada, no soy tan necia. Pero ya van 9 días, a esto es a lo que me refiero, cuando menos lo espere, pumba, un mes. El fin de semana que viene vamos con Nat de sex-shopping, tal vez encuentre alguna compañía para Atilio.
El domingo, cumpleaños de mi mamá , todavía más capítulos de Friends, y los seis primeros de Sex & the city, esos en los que Big está joven y Carrie no parece tan subnormal. Un cuarto de helado y una cuchara grandota. Antes de dormir, abrí mi cuadernito de anotar cosas antes de dormir y la última frase escrita era de hace un par de semanas: "Ojalá que se le caiga la pija, indefinidamente, hasta que se ponga de acuerdo con su deseo de perversito-polimorfo-busca-tetas-grandes-turgentes-maternales". Cerré el cuaderno sin escribir nada, le puse la tapa a la birome y apagué el velador.
Hay ciertas cosas que prefiero patear para más adelante.
viernes, 18 de enero de 2008
- El otro día que pasé por acá tipo 4 de la mañana y el de seguridad del edificio ese estaba con una rubia muy miau...
- Garchando?
- No, todavía no estaban garchando... Creo.
- Tiene su encanto la garita esa de seguridad...
- Seh.
- El tipo hasta la podría alquilar.
- Más barato es el cajero, Cel.
Eso, el cajero. ¿Alguien tuvo sexo en un cajero automático?
No me importa quedar en las filmaciones de seguridad de Banelco, pero ¿qué onda? Ponele que nos cacharan ¿qué pasaría? Nada ¿no?
- Garchando?
- No, todavía no estaban garchando... Creo.
- Tiene su encanto la garita esa de seguridad...
- Seh.
- El tipo hasta la podría alquilar.
- Más barato es el cajero, Cel.
Eso, el cajero. ¿Alguien tuvo sexo en un cajero automático?
No me importa quedar en las filmaciones de seguridad de Banelco, pero ¿qué onda? Ponele que nos cacharan ¿qué pasaría? Nada ¿no?
miércoles, 16 de enero de 2008
Wishin' & hopin'
Hace mucho, pero muuuucho, que no tengo una cita. Y quiero.
Tengo ganas de esperar en una esquina, fumando un pucho (que me pasen a buscar no me gusta, me pongo nerviosa) con cara de esperanza.
Sentarme en un bar y charlar y charlar, y especular acerca de si se viene el momento beso o no.
Y que me sorprendan, como sea, pero que me sorprendan. Sorpresa es la clave.
Tomás me dio un beso a la media hora de habernos encontrado, después de que le reclamara, toda cocorita "Pero vos no decís nada ¿me la voy a pasar hablando yo sola toda la noche?". LlaveInglesa fue muy claro y frontal "Mirá, si hay que sacarse la ropa, nos sacamos la ropa, sin vueltas. Así que, Celeste ¿qué hacemos?". Una vez un chico con nombre raro me llevó a su casa a tomar mate y mostrarme sus cuadros, terminamos fumadísimos, en el Malba, en la exposición de dada, bajoneando con biznike, jugando carreras por Figueroa Alcorta.
Yo solía tener muchas citas tipo a los 21 o 22 años, muchas. Con uno, con otro, de vuelta con uno. Salía con dos al mismo tiempo, hasta con tres. Tenía toda la semana ocupada, siempre. Estaba todo el tiempo dispuesta a. Probaba, me metía en quilombos, me mandaba una cagada tras otra, me cagaba de risa con todo lo que pasaba. A veces extraño eso, esa disponibilidad, esa expectativa, esas ganas. Claro que cuando llegaba el momento de pasar a otro plano apenas más comprometido, salía disparada automáticamente, desaparecía. Salía, todo el tiempo, todas las noches, nunca me quedaba en casa. Me emborrachaba, me ponía a hablar con cualquiera, le daba besos a cualquiera, me acostaba con cualquiera.
¿Y ahora? No sé qué pasa ahora. Me da fiaca, quiero todo servido en bandejita. Quiero que venga un chico y se me siente al lado en el colectivo, me salude y que charlemos de películas, quiero que ya sepa de antemano que no tomo calientes a la mañana y que tengo serios trust issues. Que me haga reír mucho y que siempre tenga ganas de cogerme a la mañana. Que me sorprenda, con lo que sea, pero que me sorprenda.
Tengo ganas de esperar en una esquina, fumando un pucho (que me pasen a buscar no me gusta, me pongo nerviosa) con cara de esperanza.
Sentarme en un bar y charlar y charlar, y especular acerca de si se viene el momento beso o no.
Y que me sorprendan, como sea, pero que me sorprendan. Sorpresa es la clave.
Tomás me dio un beso a la media hora de habernos encontrado, después de que le reclamara, toda cocorita "Pero vos no decís nada ¿me la voy a pasar hablando yo sola toda la noche?". LlaveInglesa fue muy claro y frontal "Mirá, si hay que sacarse la ropa, nos sacamos la ropa, sin vueltas. Así que, Celeste ¿qué hacemos?". Una vez un chico con nombre raro me llevó a su casa a tomar mate y mostrarme sus cuadros, terminamos fumadísimos, en el Malba, en la exposición de dada, bajoneando con biznike, jugando carreras por Figueroa Alcorta.
Yo solía tener muchas citas tipo a los 21 o 22 años, muchas. Con uno, con otro, de vuelta con uno. Salía con dos al mismo tiempo, hasta con tres. Tenía toda la semana ocupada, siempre. Estaba todo el tiempo dispuesta a. Probaba, me metía en quilombos, me mandaba una cagada tras otra, me cagaba de risa con todo lo que pasaba. A veces extraño eso, esa disponibilidad, esa expectativa, esas ganas. Claro que cuando llegaba el momento de pasar a otro plano apenas más comprometido, salía disparada automáticamente, desaparecía. Salía, todo el tiempo, todas las noches, nunca me quedaba en casa. Me emborrachaba, me ponía a hablar con cualquiera, le daba besos a cualquiera, me acostaba con cualquiera.
¿Y ahora? No sé qué pasa ahora. Me da fiaca, quiero todo servido en bandejita. Quiero que venga un chico y se me siente al lado en el colectivo, me salude y que charlemos de películas, quiero que ya sepa de antemano que no tomo calientes a la mañana y que tengo serios trust issues. Que me haga reír mucho y que siempre tenga ganas de cogerme a la mañana. Que me sorprenda, con lo que sea, pero que me sorprenda.
martes, 15 de enero de 2008
American Gigoló
LlaveInglesa dice:
escuchame...
LlaveInglesa dice:
necesito algo de vos...
LlaveInglesa dice:
y si me ayudás...
LlaveInglesa dice:
te pago con pija
A veces me doy vuelta para tomar unos mates con mis compañeros y charlar un rato y me olvido de lockear la computadora porque aunque no esté frente al monitor, estoy al ladito. A veces mi jefa lee las barrabasadas que al sacado este se le ocurre decirme por msn . A veces me pongo tan colorada de la vergüenza que no puedo emitir palabra durante minutos.
escuchame...
LlaveInglesa dice:
necesito algo de vos...
LlaveInglesa dice:
y si me ayudás...
LlaveInglesa dice:
te pago con pija
A veces me doy vuelta para tomar unos mates con mis compañeros y charlar un rato y me olvido de lockear la computadora porque aunque no esté frente al monitor, estoy al ladito. A veces mi jefa lee las barrabasadas que al sacado este se le ocurre decirme por msn . A veces me pongo tan colorada de la vergüenza que no puedo emitir palabra durante minutos.
lunes, 14 de enero de 2008
Gerundio
Una compañera del laburo me acaba de mandar a leer "Mujeres que aman demasiado". Si a los 25 años viene una treintañera que admira a Carrie Bradshaw y me manda a leer el libro ese y se ataja de mi ataje con argumentos irrefutables, es porque la cuestión esta, mi vida, va mal.
No voy a leer el libro, más allá del prejuicio, es raro que me enganche con lectura que no sea literatura y aparte, vamos, Mujeres que aman demasiado. De todos modos, más o menos sé de qué la va, la adicción a las relaciones.
Adicción, eso. Ponele que sí, que soy adicta, todo bien, pero no me voy a poner a leer un libro cuando estoy pagando más de analista que de alquiler. El horror absoluto. Soy una de esas, pago más de analista que de alquiler, me he convertido en una de esas mujeres odiosas. Tal vez sí tenga que leer algún libro, con lo que pago de terapia me podría comprar un montón.
Ah, porque resulta que Mr Blonde strikes back (porque, claro, fui y lo llamé para desearle un buen viaje) (porque se va de vacaciones un montón de tiempo) y yo me pasé la noche en vela, llorando, vomitando, puteando. No saben lo que habría sido mi twitter si tuviera internet en casa.
No voy a leer el libro, más allá del prejuicio, es raro que me enganche con lectura que no sea literatura y aparte, vamos, Mujeres que aman demasiado. De todos modos, más o menos sé de qué la va, la adicción a las relaciones.
Adicción, eso. Ponele que sí, que soy adicta, todo bien, pero no me voy a poner a leer un libro cuando estoy pagando más de analista que de alquiler. El horror absoluto. Soy una de esas, pago más de analista que de alquiler, me he convertido en una de esas mujeres odiosas. Tal vez sí tenga que leer algún libro, con lo que pago de terapia me podría comprar un montón.
Ah, porque resulta que Mr Blonde strikes back (porque, claro, fui y lo llamé para desearle un buen viaje) (porque se va de vacaciones un montón de tiempo) y yo me pasé la noche en vela, llorando, vomitando, puteando. No saben lo que habría sido mi twitter si tuviera internet en casa.
jueves, 10 de enero de 2008
Awe
Desde que empezó el año me di cuenta de algunas cosas.
No puedo pasar más de dos días con la misma persona, me agota muchísimo. Gasto más en analista que en el alquiler. Mi cuarto, poco a poco, se va tornando cada vez más naranja, estoy fanática del color. Todos mis problemas podrían sintetizarse con una palabra: presión. Esto de trabajar con gente de shanishidro hizo que empezara a hablar medio como cheta. He vuelto a vestirme de azul, como a los quince años.
No puedo pasar más de dos días con la misma persona, me agota muchísimo. Gasto más en analista que en el alquiler. Mi cuarto, poco a poco, se va tornando cada vez más naranja, estoy fanática del color. Todos mis problemas podrían sintetizarse con una palabra: presión. Esto de trabajar con gente de shanishidro hizo que empezara a hablar medio como cheta. He vuelto a vestirme de azul, como a los quince años.
miércoles, 9 de enero de 2008
Dealing
"Iris, in the movies we have leading ladies and we have the best friend. You, I can tell, are a leading lady, but for some reason you are behaving like the best friend"
La cita de arriba es de la peli The Holiday, que fui a ver al cine poco después del estreno, hace más o menos un año. Tenía que pasar a buscar a Tomás por el trabajo, pero tenía unas cuantas horas libres en el medio, así que me tomé el 92 hasta el Village Recoleta, compré mi entrada, me metí en Cúspide para comprar Brooklin Follies de Auster y me fui a la sala, con los pochoclos recién comprados.
La película empieza con Kate Winslet en su oficina y su voz en off: "(...)And then, there's another kind of love: the cruelest kind. The one that almost kills its victims. Its called unrequited love. Of that I am an expert. Most love stories are about people who fall in love with each other. But what about the rest of us? What about our stories, those of us who fall in love alone? We are the victims of the one sided affair. We are the cursed of the loved ones. We are the unloved ones, the walking wounded. The handicapped without the advantage of a great parking space! Yes, you are looking at one such individual. And I have willingly loved that man for over three miserable years! The absolute worst years of my life! The worst Christmas', the worst Birthday's, New Years Eve's brought in by tears and valium. These years that I have been in love have been the darkest days of my life. All because I've been cursed by being in love with a man who does not and will not love me back. Oh god, just the sight of him! Heart pounding! Throat thickening! Absolutely can't swallow! All the usual symptoms.". Y después de escuchar "the darkest days of my life" lloré, a los 2 minutos de haber empezado la película, estaba llorando. Desconsoladamente, con suspiros entrecortados, escondiendo la cara del resto de la gente, con un nudo en la boca del estómago. Toda una escena. ¿Y por qué? ¿Por qué llorar por el amor no correspondido cuando se suponía que en ese momento las cosas, por una puta vez, estaban bien?
Por suerte, para frenar mi llanto absurdo, después venía toda la parte de Cameron Diaz, insoportable, todavía no sé si la odié a ella o al personaje, lo mismo me pasó con In her shoes. Y Jude Law es lindísimo, sí, pero a mí me encantó la parte de Kate Winslet y Jack Black ¡Ah! y el viejito, el guionista, un personaje de lo más tierno. Justamente, este abuelito se hace amigo de Iris, el personaje de Kate Winslet, y le dice eso de que hay hay mujeres protagonistas y las que hacen de mejores amigas del personaje de la protagonista, y que ella, si bien era claramente una protagonista, se comportaba como personaje de soporte.
Y acá es donde todas pensamos "tal cual, eso me pasa a mí". Todas (bueno, es obvio que no todas, conozco mujeres muy funcionales, muy sanas y muy protagonistas, pero tengo clarísimo en mi cabeza cuál es el estereotipo de mujer que piensa así, y me incluyo) creemos que nuestra vida es una sitcom, o una comedia dramática, o una comedia romántica sin final feliz; y sospechamos que tenemos todos los elementos para convertirla en French Kiss, en When Harry met Sally, y especialmente en Bridget Jones' diary. Porque sí, porque somos maniáticas, compulsivas, torpes, dulces, histéricas, irracionales, podemos ser Meg Ryan, cómo que no. Pero no, apenas somos la mejor amiga de Sally, bah, ni siquiera, porque esa se casa con el amigo de Harry. Entonces, qué cruel este mundo, que no nos ofrece las oportunidades necesarias, que no nos deja ser protagonistas de la novela rosa que estamos destinadas a vivir.
Bueno, me parece que yo no soy protagonista. Y no, no lo digo desde un lado de víctima. Soy, y es tan evidente para mí, la mejor amiga de la protagonista. Lo elijo, lo prefiero. Las protagonistas son inverosímiles, e insufribles ¿O acaso alguien se imagina conviviendo con una Amelie o una Holly Golightly?
Durante años quise ser la Winona Rider de Reality Bites, recién a los 25 años me vengo a dar cuenta de que soy una Jeaneane Garofalo.
La cita de arriba es de la peli The Holiday, que fui a ver al cine poco después del estreno, hace más o menos un año. Tenía que pasar a buscar a Tomás por el trabajo, pero tenía unas cuantas horas libres en el medio, así que me tomé el 92 hasta el Village Recoleta, compré mi entrada, me metí en Cúspide para comprar Brooklin Follies de Auster y me fui a la sala, con los pochoclos recién comprados.
La película empieza con Kate Winslet en su oficina y su voz en off: "(...)And then, there's another kind of love: the cruelest kind. The one that almost kills its victims. Its called unrequited love. Of that I am an expert. Most love stories are about people who fall in love with each other. But what about the rest of us? What about our stories, those of us who fall in love alone? We are the victims of the one sided affair. We are the cursed of the loved ones. We are the unloved ones, the walking wounded. The handicapped without the advantage of a great parking space! Yes, you are looking at one such individual. And I have willingly loved that man for over three miserable years! The absolute worst years of my life! The worst Christmas', the worst Birthday's, New Years Eve's brought in by tears and valium. These years that I have been in love have been the darkest days of my life. All because I've been cursed by being in love with a man who does not and will not love me back. Oh god, just the sight of him! Heart pounding! Throat thickening! Absolutely can't swallow! All the usual symptoms.". Y después de escuchar "the darkest days of my life" lloré, a los 2 minutos de haber empezado la película, estaba llorando. Desconsoladamente, con suspiros entrecortados, escondiendo la cara del resto de la gente, con un nudo en la boca del estómago. Toda una escena. ¿Y por qué? ¿Por qué llorar por el amor no correspondido cuando se suponía que en ese momento las cosas, por una puta vez, estaban bien?
Por suerte, para frenar mi llanto absurdo, después venía toda la parte de Cameron Diaz, insoportable, todavía no sé si la odié a ella o al personaje, lo mismo me pasó con In her shoes. Y Jude Law es lindísimo, sí, pero a mí me encantó la parte de Kate Winslet y Jack Black ¡Ah! y el viejito, el guionista, un personaje de lo más tierno. Justamente, este abuelito se hace amigo de Iris, el personaje de Kate Winslet, y le dice eso de que hay hay mujeres protagonistas y las que hacen de mejores amigas del personaje de la protagonista, y que ella, si bien era claramente una protagonista, se comportaba como personaje de soporte.
Y acá es donde todas pensamos "tal cual, eso me pasa a mí". Todas (bueno, es obvio que no todas, conozco mujeres muy funcionales, muy sanas y muy protagonistas, pero tengo clarísimo en mi cabeza cuál es el estereotipo de mujer que piensa así, y me incluyo) creemos que nuestra vida es una sitcom, o una comedia dramática, o una comedia romántica sin final feliz; y sospechamos que tenemos todos los elementos para convertirla en French Kiss, en When Harry met Sally, y especialmente en Bridget Jones' diary. Porque sí, porque somos maniáticas, compulsivas, torpes, dulces, histéricas, irracionales, podemos ser Meg Ryan, cómo que no. Pero no, apenas somos la mejor amiga de Sally, bah, ni siquiera, porque esa se casa con el amigo de Harry. Entonces, qué cruel este mundo, que no nos ofrece las oportunidades necesarias, que no nos deja ser protagonistas de la novela rosa que estamos destinadas a vivir.
Bueno, me parece que yo no soy protagonista. Y no, no lo digo desde un lado de víctima. Soy, y es tan evidente para mí, la mejor amiga de la protagonista. Lo elijo, lo prefiero. Las protagonistas son inverosímiles, e insufribles ¿O acaso alguien se imagina conviviendo con una Amelie o una Holly Golightly?
Durante años quise ser la Winona Rider de Reality Bites, recién a los 25 años me vengo a dar cuenta de que soy una Jeaneane Garofalo.
viernes, 4 de enero de 2008
jueves, 3 de enero de 2008
Arnaldo André
Tengo un amante.
-Mmmm… Yo estoy en la pileta, se podrá chupar pija debajo del agua?
-Sí. Sobretodo si hay un escalón donde yo me siento, así chupas y salís a respirar.
Bueno, no es un amante precisamente.
-Dónde estás?
-En lo de mis tíos, Ing Maschwitz.
-Qué lejos. Mandame una foto de esas tetas.
Para ser amante, alguno de los dos debería estar traicionando a su pareja, o algo así. Bueno, no es el caso.
-Ay, no se manda la foto re linda que me saqué. Bu!
-Dale, quiero mis tetas.
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